La innovación en los negocios es un tema que ha sido muy discutido entre los líderes en los últimos años. Es cierto que la innovación actual es la estrategia principal para sobrevivir en el mercado y que permanecer inactivo, observar las tecnologías y no posicionarse en el mundo 4.0 es inaceptable.

Según un estudio de Imaginatik Consulting para comprender los mayores obstáculos en los procesos de innovación, el 95% de los encuestados cree que la innovación es una postura que debería aparecer entre las principales prioridades de los ejecutivos de una organización. Sin embargo, el 44% dijo que sus empresas invirtieron menos del 2% de sus presupuestos de innovación y el 63% no tenía una estructura formal para gestionar proyectos de innovación (cio.com).

Sabemos que no es de la noche a la mañana que los ejecutivos se dan cuenta de la importancia de innovar en sus procesos. Los principales puntos de atención, que pueden afectar negativamente la madurez de esta idea, son los procesos burocráticos, la baja tasa de adopción de proyectos y el nivel de madurez digital en el que se encuentra la empresa.

Innovación frente a incertidumbre: asumir riesgos en el mundo 4.0

La innovación está asociada con la incertidumbre. No hay forma de predecir si los resultados serán positivos o negativos, lo que dificulta su gestión y, por supuesto, su aceptación. Por esta razón, el uso de metodologías ágiles puede fomentar la innovación. La forma tradicional de gestionar proyectos termina limitando el alcance del trabajo, causando problemas durante los proyectos y arriesgándose a perder mucho dinero.

Ya con metodologías ágiles, los profesionales pueden ser lo suficientemente maleables como para girar el bote y cambiar la ruta del proyecto, antes de que vaya río abajo y cause daños a la empresa. Metodologías como Scrum, Lean, Kanban e Smart permiten la alineación entre los equipos y el cliente, así como la identificación y resolución rápidas de problemas, la reducción de riesgos, una entrega más asertiva y una mayor calidad del proyecto.

A continuación, resumimos brevemente estas cuatro metodologías:

Scrum

Para esta metodología, es necesario tener una comprensión amplia del equipo, con roles bien estructurados para cada una de las partes interesadas.

El administrador crea una lista de prioridades, generalmente denominada una acumulación. Por lo tanto, las actividades se distribuyen al Equipo Scrum, que inicia los Sprints (intervalos de tiempo de desarrollo).

Al final de cada paso, se realizan revisiones, ajustes de actividad y validación.

Lean

Conocido como el más ágil de los métodos, es ampliamente utilizado en el universo de nuevas empresas y emprendimiento.

Uno de los principios de Lean es la identificación eficiente y la eliminación de residuos dentro de un proyecto u organización.

La idea detrás de esta metodología es reducir los costos y la complejidad de las tareas, así como mejorar los resultados, aumentar el rendimiento y compartir información.

Kanban

Es el método más utilizado y más simple, y requiere que todo el equipo se involucre para que pueda funcionar perfectamente.

Básicamente es una imagen, que puede ser física o virtual, dividida en tres columnas: hacer, hacer y hacer. De esta manera, puede realizar un seguimiento de las tareas que están en progreso, así como su progreso en cada columna.

Smart

Esta metodología le permite crear objetivos más reales y tangibles para su empresa. Cada letra de esta pequeña palabra tiene un gran significado: específico, medible, alcanzable, relevante y relacionado con el tiempo (SMART).

Es de destacar que las metodologías que favorecen la innovación no se limitan a las presentadas aquí.

 

Y ahora es tu turno. Díganos en los comentarios si su empresa ya utiliza algún tipo de metodología ágil y cómo maneja su empresa los procesos de innovación.

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