Contar con un profesional dedicado a las compras siempre ha sido indispensable para las empresas. Pero, con la aceleración de la transformación digital y la consiguiente automatización de procesos, el comprador ha dejado de ser un mero asistente operativo y ha ganado protagonismo, tiempo e inteligencia para desempeñar funciones más estratégicas dentro de las empresas. Otro factor que destacó su importante papel fue la pandemia.

Las crisis sanitaria y económica impactaron en la supply chain , destacando la necesidad de compradores preparados para mantener la continuidad y eficiencia de las operaciones en las empresas.

La tecnología como gran aliada del comprador

El futuro debe tener la tecnología como su principal aliada y nunca verla como una amenaza. El mercado actual exige que los profesionales sean analíticos, trabajen con indicadores de desempeño y tomen decisiones cada vez más asertivas.

Ante el nuevo escenario, saber implementar y utilizar las tecnologías es fundamental para el profesional que quiere estar al día en el mercado.

Los recursos digitales traen beneficios, como reducción de costos, agilidad en los procesos de compra, cumplimiento y gobernanza, estandarización de flujos, información más organizada y disponible, reducción de la carga burocrática y colaboración con la cadena de suministro.

Estas ventajas tecnológicas encaminan al comprador hacia lo que realmente importa en una compra: el análisis crítico y la búsqueda constante del mejor escenario en una negociación.

Pronto, muchas empresas contarán con un ecosistema tecnológico que les permitirá a las compras gestionar todos los frentes de la cadena de suministro de una manera clara, rápida y basada fundamentalmente en datos. Entonces, quien tenga aversión a la tecnología, se quedará atrás.

Habilidades sociales y relaciones con los proveedores

Las habilidades no técnicas, también llamadas soft skills (habilidades sociales), han ido ganando relevancia en la carrera del profesional de compras. La comunicación, la autonomía, la colaboración y la flexibilidad son solo algunas de las habilidades que deben acompañar la nueva era de la profesión.

Disponer de una buena relación con la cadena de suministro lograr alianzas sostenibles y sólidas, tanto en situaciones normales como en momentos de crisis, requiere tiempo y dedicación.

Aquí cabe mencionar la creación de procesos de gestión (planificado o no) y una visión amplia del nivel de asociación con cada proveedor.

También es importante mantener una base de proveedores homologados y evaluados, a fin de mitigar riesgos que comprometan los resultados de la empresa, tales como desabastecimiento, corresponsabilidad tributaria y laboral, entre otros factores que pueden destruir la reputación e imagen de la organización.

La proactividad y el conocimiento de las áreas a las que atiende son habilidades necesarias, ya que pueden ayudarlo en el desarrollo de nuevos proveedores y en el alineamiento de los diferentes proyectos con las necesidades y estrategias de la empresa.

Este artículo fue firmado por Herbert Scheiner, Key Account Manager (KAM) del Mercado Eletrônico, y publicado .

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